SANTIAGO.- "Trágame tierra". Más de alguien en Chilevisión debió pensar en esa frase cuando a Julián Elfelbein le pasó lo que a ningún conductor con aspiraciones festivaleras quisiera vivir: protagonizar un bochorno en cámara que se recordará hasta para el "Tricentenario" de la Patria.
Es que después de 14 semanas al aire reventando el ráting, "Fiebre de Baile", el exitoso programa de danza que encendía las noches televisivas, guateó en la final. Y todo por culpa de un maldito error de tipeo.
Cuando el reloj bordeaba la 1:00 de la madrugada, y ya estaban eliminados Pablo Vargas, Carola Oliva y Gianella Marengo, llegó el momento solemne de eligir al ganador.
Sólo quedaban dos finalistas. Iván "Potro" Cabrera y Rodrigo Díaz. Entonces, con la emoción y los nervios dibujados en los rostros de todo el mundo, Elfelbein aseguró que el triunfador era Cabrera, con el 65,9% de los votos del público que se había manifestado por teléfono.
El ex de Maura Rivera no lo podía creer. Saltaba y gritaba de la emoción, fundido en un abrazo con sus amigos. Y ya preparaba su discurso cuando Elfelbein pidió un alto en cámara.
Tras dar unas confusas explicaciones, diciendo que los porcentajes estaban bien, pero que había un error, sin atreverse a decir directamente de que hablaba, el conductor le pidió a la notaria del programa que se hiciera presente. Ésta señaló que se había producido un error de tipeo en la tarjeta de los ganadores.
En resumidas cuentas, la notaria dijo que el 65,9% de los votos era en realidad lo que había obtenido el ex bailarín de "Rojo", Rodrígo Díaz. Es decir, el era el verdadero ganador.
Cabrera, con cara de "exijo una explicación", se quedó congelado, mientras Díaz no aguantaba las lágrimas. Elfelbein, en tanto, no perdía la compostura pese a la metedura de pata.
"Doy las gracias a Dios, los coreógrafos, a mi familia y todos los que votaron por mí!", señalaba entre lágrimas Díaz, quien también agradeció al programa a pesar de que casi le roban el "triunfo" en cámara. "Todo lo que ha pasado, me ha servido para seguir creciendo como bailarín", agregó el ex Rojo, el participante más talentoso de esta tercera temporada de Fiebre de Baile. Merecidamente, se llevó como premio un auto cero kilómetro.
¿Y qué pasó con Cabrera, que pasó del triunfo a la derrota en menos de tres minutos? No le quedó más que conformarse con las disculpas de Elfelbein, que, a modo de consuelo, le recordó que el sábado había ganado un departamento en un concurso de otro programa de Chilevisión. "Aún lo estoy disfrutando...", le aseguró Cabrera tratando de parecer feliz con su segundo lugar.
Fuente: Emol.com
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