¿Cómo llegaron a esta mínima cantidad? Si bien antes se logró dar con una forma para resolverlo en 22 ensamblajes, ahora se hace sólo en una veintena y desde cualquier posición gracias a la ayuda de “San Google” y su “Algoritmo de Dios”.Por si no lo sabías, este algoritmo “es una noción originada en discusiones sobre las maneras de resolver el cubo Rubik, pero también puede ser aplicada a otros puzzles de combinación y juegos matemáticos. Se refiere a cualquier algoritmo que produzca una solución teniendo la menor cantidad posible de movimientos, de modo que cualquier individuo omnisciente pueda saber el paso óptimo desde cualquier configuración”, según explicaron en Wikipedia.
Gracias a ejercicios de simetría y reducción de las asombrosas 43.252.003.274.489.856.000 posiciones distintas de un cubo de 3×3 a 55.882.296 sets, se logró definir la forma en que se da respuesta gracias a un software realizado especialmente para esta hazaña.
Con el fin de lograrlo, a una supercomputadora de Mountain View le tomó 20 segundos por posición dar con los pasos para resolver el intrigante cubo; proceso que se extendió durante unas cuantas semanas.
Como explicaron en ABC, la búsqueda del “Algoritmo de Dios” y la solución más perfecta para Rubik y otros problemas matemáticos data desde 1981 cuando Morwen Thislethwaite -profesor de matemáticas en la Universidad de Tennessee- descubrió que el juego se resolvía en 52 movimientos.
Luego, en 1995 el número bajó a 29 y en 2008 un matemático de la Universidad de Stanford llamado Tomas Tokicki pensó haber dado con el algoritmo y su versión final con 22 movimientos … eso, hasta que el genio de Google le arrebató su mérito con una de sus musas binarias.
Lo mejor es que desde la página Cube20 donde explican este desafío, aseguran que el famoso cubo incluso se puede resolver en menos movimientos y todo dependerá de aquel personaje, real o virtual, que logre con la fórmula perfecta -es decir, la más reducida- del algoritmo.
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