El 31 de diciembre, Matías Alé (33) levantó su copa con el envolvente optimismo que lo caracteriza. Brindó por un 2011 lleno de alegría con la expectativa de un verano que se mostraba más que interesante para un hombre que había vivido sus últimos doce eneros en pareja. “Es la primera vez en más de una década que vivo un verano de soltero. ¡Guau! ¡No me había dado cuenta! Me sorprende en un gran momento personal. Siento que tengo paz, las mujeres son hermosas, pero a veces te complican la vida (risas)”, le confesaba a CARAS antes de despedir el año, en Mar del Plata. Sin embargo, toda esa felicidad y picardía no durarían mucho.
El sábado 1 de enero una mala caída en la función de “Bravísima” cambiaría sus planes de playboy por cuatro operaciones de rodilla que le practicaron en tan sólo un mes y pusieron en riesgo su vida. “Estuve realmente muy complicado. Tuve una infección causada por una bacteria (Estafilococo áureo) que había ingresado al torrente sanguíneo. Si llegaba a las arterias coronarias o los pulmones, significaba la muerte. Si los médicos no hubieran reaccionado a tiempo, me podrían haber amputado la pierna izquierda. De sólo pensarlo me dan escalofríos. ¡Llegaron a sacarme 15 jeringas grandes de pus en tan sólo dos días! Fue algo tremendo ”, le contó en exclusiva a CARAS sumido en un mar de lágrimas en su habitación del 5o piso del Instituto Alexander Fleming, de Belgrano.
Su dramático relato es un claro ejemplo del costado imprevisible del destino, que puede cambiar su curso en un abrir y cerrar de ojos.
Sigue Todo comenzó con una rotura de menisco, tras una mala caída en uno de los trucos de su cuadro musical Algo que se soluciona con una simple intervención de la cual el paciente se retira caminando al día siguiente, terminó convirtiéndose en una artritis séptica que debió ser combatida con antibióticos y dosis de morfina para paliar en intenso dolor
“Los médicos me dijeron que ocurre en un 0,02 por ciento de los pacientes en los que se practica una artroscopia Y bueno, me tocó Es un aprendizaje más No tengo fuerzas para nada, la morfina me voltea y me la paso durmiendo Estoy tumbado Al principio, ni siquiera podía ducharme solo Fue el momento más angustiante y doloroso que me tocó vivir, y definitivamente esto será un gran cambio para mí”, dijo Matías
En esta historia hubo una persona clave en la vida de Alé, y se llama Ricardo Fort (41) Gracias a su generosidad, Matías fue trasladado el sábado 22 a Buenos Aires en su avión privado y atendido de urgencia por su médico personal
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