La Iglesia católica belga trata este lunes de sacar lecciones del escándalo de pedofilia sin precedentes que la sacude, tras la publicación de un informe demoledor que revela más de un centenar de testimonios de víctimas de abusos sexuales durante los últimos 50 años.
"Queremos comprometernos con las víctimas" a ayudarlas al máximo, declaró a la prensa el primado de Bélgica, André-Joseph Léonard.
"Tenemos que escuchar sus preguntas para restablecer su dignidad, y ayudarlas a superar el dolor que tanto han sufrido", añadió, tres días después de la publicación de un demoledor informe sobre centenares de abusos sexuales cometidos desde hace varias décadas por religiosos en Bélgica.
Monseñor Léonard también "reiteró" su llamado a que los culpables confiesen, admitiendo que los pedidos precedentes en este sentido "no fueron escuchados".
"De los errores del pasado queremos sacar las lecciones necesarias", añadió. El informe, "Comisión para el tratamiento de demandas por abusos sexuales en una relación pastoral", creada por la Iglesia pero dirigida por un psiquiatra independiente, Peter Adriaenssen, reveló haber recibido entre enero y junio de 2010 cerca de 500 quejas de las víctimas.
El profesor Adriaenssen también anunció que 13 personas se habían suicidado. La Iglesia belga aseguró el lunes que contemplaba la creación de un "centro de reconocimiento, reconciliación y cura", pero los detalles aún no están definidos. "Esperamos que el centro sea abierto de aquí a Navidad", explicó Johan Bonny, obispo de Amberes.
La asociación Derechos humanos en la Iglesia, que reúne a víctimas de abusos sexuales cometidos por sacerdotes, se declaró decepcionada por la falta de independencia de este organismo.
"No puede haber una comisión de investigación sobre crímenes cometidos en una institución y que sea controlada por esta misma institución", se lamentó su portavoz, Lieve Halsberghe.
Tras los escándalos que afectaron a las iglesias alemana, irlandesa y estadounidense, entre otras, una lluvia de demandas inundó Bélgica tras la dimisión el 23 de abril del obispo de Brujas (noroeste), Roger Vangheluwe, quien reconoció haber abusado sexualmente de su sobrino menor entre 1973 y 1986.
Roger Vangheluwe anunció el domingo su jubilación fuera de su antigua diócesis, aunque numerosas voces abogan por que sea reducido al estado de laico.
Interrogado sobre el futuro de Roger Vangheluwe, Léonard dijo que "le corresponde a Roma decidir sobre ello". "Se seguirá el procedimiento previsto.
La nunciatura nos ha asegurado que en un plazo razonable Roma tomará esta decisión", afirmó.
El escándalo de pedofilia ha creado un traumatisno en todo el país, donde se suceden las revelaciones.
Un religioso flamenco pedófilo, Eric Dejaeger, dijo que se entregaría próximamente a la justicia de Canadá, donde es objeto de demandas por parte de víctimas de abusos sexuales, según la prensa belga.
El hombre, de 63 años, ofició como misionero en Canadá en los años 1970 para convertir a la población inuit al cristianismo. Fue condenado el 5 de abril de 1990 a cinco años de prisión en ese país por la violación de ocho niños, antes de ser puesto en libertad al cabo de 18 meses.
Sin embargo, en 1995 fue objeto de nuevas quejas, lo que lo impulsó a retornar a Bélgica, donde reside desde 2009. La justicia belga indicó no obstante que necesita un pedido de extradición de Canada para entregarlo a este país.
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