Veinte años de misas y confesiones pero no era sacerdote. Impactado se ha quedado el pueblo de Fane, una pequeña localidad italiana, cuando han descubierto que el Padre Tomasso, quien daba una mano al párroco del pueblo, era un farsante.
Supuestamente, este cura ha engañado a todos y ha sido el último sacerdote de Fane, el joven de origen rumano, Don Adrian Cristinel Bulai, quien ha destapado la mentira.
En la misa de este domingo, Bulai ha leído un comunicado a los fieles advirtiendo de que el Padre Tomasso no es un sacerdote y «jamás lo ha sido», según asegura el periódico «Ilmessaggero.com».
El falso cura ha sido desenmascarado por casualidad, tras ingresar en el hospital por algunas dolencias. Don Adrian quiso ponerse en contacto con los superiores del Padre Tomasso cuando el castillo de mentiras se derrumbó.
El verdadero nombre de este señor sería Italo G., de 84 años, residente en Perugia, donde al parecer hasta 2009 aparecía en las listas de personas que necesitaban asistencia social.
Fuente: abc.es
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